Domingo no tiene paciencia. Cada vez que sus padres le piden algo que él no quiere hacer, él amenaza con la misma frase: «Me voy de esta casa».
El día en que Domingo se entera que tendrá un hermanito, sus advertencias no funcionan y su madre le dice que puede irse de casa si eso es lo que quiere.
Sorprendido, Domingo comenzará un largo viaje lejos de su hogar.