A buen paso representa un caminar de manera ligeramente acelerada y es que hay tanto por ver, conocer y descubrir en este mundo que, empujados por la curiosidad, no podemos dejar de andar. Sin correr, eso sí, que luego uno se lo pierde todo, y es que la velocidad real de un ir a buen paso es también relativa: al entorno, al ambiente, a la velocidad del pensamiento que acostumbra ser pausado y necesita espacios de silencio para condensarse.
Espacios que el libro álbum proporciona precisamente a través de la unión poética de imágenes y palabras.