Descripción
El padre de Kwajo hace pequeñas figuras tradicionales. Un día, lo convierte en un pequeño baterista de bronce que cobra vida y transforma Kwajo en una tierra de refranes y adivinanzas. Es una tierra donde las cifras representan dinero, y las personas son ciudadanos en un reino poderoso. Kwajo es tentado por las riquezas, pero primero debe descifrar una serie de acertijos y símbolos. Él cae en la última prueba, pero sin embargo aprende una lección importante.