María, la profesora del colegio al que acuden Arlet y Otto, les ha regalado una planta muy especial.
El segundo comparte su punto de vista al respecto y las impresiones que la convivencia con este nuevo “invitado” genera. Aunque envidia la suerte que siempre tiene su amiga (a ella le ha tocado “con flor”), está ilusionado con el cuidado de Pincho.
Le encantaría abrazarlo, pero sabe por los mayores que no es buena idea, como otras tantas cosas que le cuentan (y con las que no siempre está de acuerdo).
La presencia del cactus inspira y aviva la imaginación del pequeño, genera preguntas, algunas sin respuesta, y reflexiones sobre el mundo adulto que invitan a los acompañantes de los lectores también a reflexionar.
Ante una reacción de la abuela (con el objetivo inocente de proteger al niño), decide activar el plan de emergencia, un elaborado diseño de acción en el que necesitará la implicación de su compañera y que las autoras detallan en formato cómic sin palabras.
Un relato que destila sensibilidad y buen gusto para hablar de conceptos clave en el crecimiento (y durante toda la vida), como la empatía o la vida en armonía con el medio ambiente, ilustrado con delicadeza en dos tonalidades, mediante lápices de madera y procedimientos digitales, por la artista Neus Caamaño.
