08/03/17
Por Alejandra Rodríguez Ballester
Una versión algo más prosaica del conocido anhelo borgeano es la de figurarse el paraíso bajo la especie de una librería. Un Edén terrestre y cotidiano, que a la idea de absoluta disponibilidad de los libros suma la premisa práctica que supone vivir, al menos módicamente, de ellos. Han de ser pocos los lectores ligados a los oficios de la lectura o de la escritura que no hayan contemplado, al menos de manera pasajera, esa discreta utopía.
En el caso de la periodista austríaca Petra Hartlieb, el tránsito de esa fantasía frecuente a la realización es el tema de Mi maravillosa librería, relato biográfico de la manera en que ella y su marido Oliver ponen en marcha la próspera Hartliebs Bücher, verdadera hazaña en tiempos de Internet.